miércoles, 20 de febrero de 2008

Dreams.

Me desperté a las 03.00am por un sobresalto de mi hno, y por alguna extraña razón me desvelé. No tenía motivos para desvelarme, cierto es, pero no luché con el insomnio tampoco y dí lugar a buscar formas de distracción hasta que me tomara por sorpresa el sueño nuevamente. Leí un poco de "final del juego", escuché un poco a Sabina con mi bichito, me tomé un vaso de leche, dí 39 vueltas en la cama, y el sueño no me asaltaba. Me levanté de mi cama, apagué el ventilador, me miré en el espejo y me invadió esa sensación de vértigo otra vez. Acto seguido, decidí ignorarlo y forzarme a dormir un poco más, a las 08.00am tenía que estar arriba. Me recosté nuevamente, todo obscuro excepto por mi linternita, leí las últimas paginas de "Los amigos", cerré el libro y como por arte de magia me invadió un sueño hipnotizante, ultimo chequeo horario 06.00am, me dormí.

Recostada en mi cama en una postura usual para mi (casi en uno de los bordes, el del lado contrario a la pared, como si alguien fuese a acostarse conmigo), me dormí, y fue así como se dieron en consecuencia mis fragmentos de pesadilla, en el mismo lugar, en la misma postura, hasta podría decir que en ese mismo momento en la realidad. Sé que fueron como tres pequeños pedazos de un mismo sueño, que yo veía todo desde mis ojos recostados, y tengo la imagen de una mujer de melena carré y un gran remerón, sin rostro reconocible, tatuado en la memoria. El más clarificado de los sueños fue el último por que fue con el que más luche por volver a la realidad de todos, el que más me angustió: Recostada en mi cama, en el borde (tengo una cama cucheta, yo voy arriba) en la postura de los brazos y la cara como en este mundo "real" comencé a observar hacia el suelo, en donde de pronto apreció una suerte de discoteca, aunque realmente no lo fuera, pero es como si quisiera serlo. Se sentía una música atormentadoramente fuerte electrónica, y sólo podía verle el casco capilar a las personas, que no se encontraban a más de unos centímetros mío, iluminados por una única luz blanca central y redonda que nacía de quién sabe dónde, y de donde pude empezar a reconocer por sus cabelleras a viejos amigos de la infancia. De momento me encontraba yo en mi cama, mirando hacia abajo a mis amigos (en mi cuarto, pero no) en un intento de discoteca diabólica, y intentándolos llamar, gritandoles, pero deambulaban de un modo extraño. Al primer segundo de reacción me dí cuenta de lo ridícula de la situación, no podía ser real que estuviera en mi cama viendo hacia abajo a mis amigos moverse, no podía ser, tenía que despertar del sueño ridículo y de algún modo angustiante. Entreabrí los ojos, me dí cuenta que había gritado el nombre de "Dani" (por mi amiguísima Daniela que se encontraba en esa pequeña multitud) con intento de que me escuchara, pero que sería ridículo, y que mi vieja se alteraría al oírme gritar, intenté concentrarme. Pero momento, estaba temblando, estaba tiritando, tenía fiebre, y no podía ni más apenas entreabrir los ojos con muchísimo esfuerzo. La fiebre era furiosa, estaba inmóvil, me temblaba todo el cuerpo, la mandíbula. Empecé a gritar, llamándola a mi mamá, intentando ser lo menos escandalosa posible, por que somos varios en este lugar, desesperada por que no podía abrir los ojos, desesperada por que viniera a socorrerme de mi fiebre brutal. La llamé como pude, primero escuché su voz respondiéndome (juro que era ella), luego la puerta de mi cuarto se abrió y lo primero que vi fue su remerón con el que supuestamente duerme, seguía todo obscuro y yo seguía sin poder abrir correctamente los ojos, veo acercarse su sombra preguntándome si estaba bien, intento ver su cara pero la falta de luz y mis ojos entreabiertos y entrecerrados (como si una fuerza superior me llevara a cerrarlos) no me dejan verle ningún detalle de su rostro, solo pude vislumbrar que esta mujer tenía un cabello con melena (mi mamá usa el pelo muy corto), pero no estaba en condiciones de preguntarme nada al respecto. "Nena, estás bien?, que pasa?"; "mamá, no puedo ver.. no puedo ver!" mientras temblaba todo mi cuerpo de una manera violentamente espástica. La mujer se acercó muy cerca de mi cara, me tocó la frente, y yo sin poder verla la sentí, me preguntó de nuevo "no podés ver e? ahora no podés ver e?", y con sus manos me cerró decidida y fuerte pero con dulzura de madre los ojos hundiendolos, sin que yo pudiera hacer nada al respecto.

El segundo fue de una desesperación tal que luché de una manera inexplicable por abrir los ojos, de una manera tan fuerte que acabé por abrirlos de nuevo en este mundo, y ya no había mujer, ni había gritado, pero seguía en la misma pose en la que me había quedado dormida y en la que habían ocurrido todas las secuencias. La garganta la sentía como si hubiera dicho todo lo que dije, mi temperatura estaba normal pero de momento estaba muy acalorada, esas manos en mis ojos las sentí, juro que las sentí, miré el reloj 06.24am.

Me quedé completamente inmovilizada, paralizada, hasta que mi vieja entró por la misma puerta a las 07.30am, fin de la transmisión.

1 comentario:

Camos dijo...

dejaste de tomar las pastillitas?