viernes, 29 de febrero de 2008

Transmutación sexual del Minotauro.

Abrí el libro anoche, un día de moscas y malos ratos. Abrí el libro y la sensación de Veda's music me invadió, esa misma de cuando imita el sonido de los pájaros. Abrí el libro y leí la primer pagina, fragmento de "Las Mil y Una Noches", leí la segunda, no había titulo.. A medida que pasaban las palabras por mis ojos y las neuronas conectaban en un impulso eléctrico incontrolable, el escalofrío se adueñaba de mi poseyéndome. Una imagen fuera de foco, pero conocida. Decía mas o menos así..

"Te quitabas la faja de la cintura, te arrancabas las sandalias, tirabas a un rincón tu amplia falda, de algodón, me parece, y te soltabas el nudo que te retenía el pelo en una cola. Tenías la piel erizada y te reías. Estábamos tan próximos que no podíamos vernos, ambos absortos en ese rito urgente, envueltos en el calor y el olor que hacíamos juntos. me abría paso por tus caminos, mis manos en tu cintura encabritada y las tuyas impacientes. Te deslizabas, me recorrías, me trepabas, me envolvías con tus piernas invencibles, me decías mil veces ven con los labios sobre los míos. En el instante final teníamos un atisbo de completa soledad, cada uno perdido en su quemante abismo, pero pronto resucitábamos desde el otro lado del fuego para descubrirnos abrazados en el desorden de los almohadones, bajo el mosquitero blanco. Yo te apartaba el cabello para mirarte a los ojos. A veces te sentabas a mi lado, con las piernas recogidas y tu chal de seda sobre un hombro, en el silencio de la noche que apenas comenzaba. Así te recuerdo, en calma.
Tu piensas en palabras, para ti el lenguaje es un hilo inagotable que tejes como si la vida se hiciera al contarla. Yo pienso en imágenes congeladas en una fotografía. Sin embargo, esta no está impresa en una placa, parece dibujada a plumilla, es un recuerdo minucioso y perfecto, de volúmenes suaves y colores cálidos, renacentista, como una intención captada sobre un papel granulado o una tela. Es un momento profético, es toda nuestra existencia, todo lo vivido y lo por vivir, todas las épocas simultaneas, sin principio ni fin. Desde cierta distancia yo miro ese dibujo, donde también estoy yo. Soy espectador y protagonista. Estoy en la penumbra, velado por la penumbra, velado por la bruma de un cortinaje traslúcido. Sé que soy yo, pero soy yo este que observa desde afuera. Conozco lo que siente el hombre pintado sobre esa cama revuelta, en una habitación de vigas obscuras y techos de catedral, donde la escena aparece como el fragmento de una ceremonia antigua. Estoy allí contigo y también aquí, solo, en otro tiempo de la conciencia. En el cuadro la pareja descansa después de hacer el amor, la piel de ambos brilla húmeda. El hombre tiene los ojos cerrados, una mano sobre su pecho y la otra sobre el muslo de ella, en íntima complicidad. Para mi esa visión es recurrente e inmutable, nada cambia, siempre es la misma sonrisa plácida del hombre, la misma languidez de la mujer, los mismos pliegues de la cama y rincones sombríos del cuarto, siempre la luz de la lámpara roza los senos y los pómulos de ella en el mismo ángulo y siempre el chal de seda y los cabellos obscuros caen con igual delicadeza.
Cada vez que pienso en ti, así te veo, así nos veo, detenidos para siempre en ese lienzo, invulnerables al deterioro de la mala memoria. Puedo recrearme largamente en esa escena, hasta sentir que entro en el espacio del cuadro y ya no soy el que observa, sino el hombre que yace junto a esa mujer. Entonces se rompe esa simétrica quietud de la pintura y escucho nuestras voces muy cercanas. -Cuéntame un cuento- te digo. -¿Como lo quieres? -Cuéntame un cuento que no le hayas contado a nadie."

Rolf Carlé.



Es como si hubieras viajado hasta el texto.
Soy un "ella" y también soy un "él".

jueves, 28 de febrero de 2008

La Caja.

En la tapa de la caja de los recuerdos escribí..

Girar y girar envuelto en tu cuerpo,
de tu luz que da azules turquesas.
El viento traerá de frío mi río
y los días van otoño invierno.
Una flor caerá desdibujándote,
no sabré explicar que amarte es esto.
Ya sabés mi amor, busco mi canción
sin que querer me voy, sin mirar me voy.


ya es la hora.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Leer la música.



Escuchar este disco tiene el mismo poder y efecto que leer un buen libro.
La sensación de alegría y plenitud, en contraposición con los momentos más obscuros del disco y ese hundimiento en el pecho. Las verdades más crudas, las buenas emociones, y un Fito Paez sincero.

Este disco es un golazo.

lunes, 25 de febrero de 2008

En los brazos de la galaxia maestra, la fuerza sideral nos empuja a un sentimiento de desasosiego. Los soles inmensos desarman pensamientos y estructuras moleculares, de ellos se alimentan.

En los brazos de la galaxia maestra caminamos, nadamos, desprotegidos.

domingo, 24 de febrero de 2008

Cygnus X-1

mi otro lado.



viernes, 22 de febrero de 2008

ABRAZOS GRATIS!

He visto cosas geniales, pero esto supera mis espectativas.

www.abrazosgratis.org

El 28 de diciembre es el día para abrazar a un vegetariano,
con Jose juramos solemnemente abrazar a palomita ee! y pegarle muchos chicles en la melena.
(y también colgarnos un cartelito, por que somos chicas carentes de afecto, que diga: "VENE QUE TE DOY UN ABRACETO", e? e? ;D)

miércoles, 20 de febrero de 2008

Dreams.

Me desperté a las 03.00am por un sobresalto de mi hno, y por alguna extraña razón me desvelé. No tenía motivos para desvelarme, cierto es, pero no luché con el insomnio tampoco y dí lugar a buscar formas de distracción hasta que me tomara por sorpresa el sueño nuevamente. Leí un poco de "final del juego", escuché un poco a Sabina con mi bichito, me tomé un vaso de leche, dí 39 vueltas en la cama, y el sueño no me asaltaba. Me levanté de mi cama, apagué el ventilador, me miré en el espejo y me invadió esa sensación de vértigo otra vez. Acto seguido, decidí ignorarlo y forzarme a dormir un poco más, a las 08.00am tenía que estar arriba. Me recosté nuevamente, todo obscuro excepto por mi linternita, leí las últimas paginas de "Los amigos", cerré el libro y como por arte de magia me invadió un sueño hipnotizante, ultimo chequeo horario 06.00am, me dormí.

Recostada en mi cama en una postura usual para mi (casi en uno de los bordes, el del lado contrario a la pared, como si alguien fuese a acostarse conmigo), me dormí, y fue así como se dieron en consecuencia mis fragmentos de pesadilla, en el mismo lugar, en la misma postura, hasta podría decir que en ese mismo momento en la realidad. Sé que fueron como tres pequeños pedazos de un mismo sueño, que yo veía todo desde mis ojos recostados, y tengo la imagen de una mujer de melena carré y un gran remerón, sin rostro reconocible, tatuado en la memoria. El más clarificado de los sueños fue el último por que fue con el que más luche por volver a la realidad de todos, el que más me angustió: Recostada en mi cama, en el borde (tengo una cama cucheta, yo voy arriba) en la postura de los brazos y la cara como en este mundo "real" comencé a observar hacia el suelo, en donde de pronto apreció una suerte de discoteca, aunque realmente no lo fuera, pero es como si quisiera serlo. Se sentía una música atormentadoramente fuerte electrónica, y sólo podía verle el casco capilar a las personas, que no se encontraban a más de unos centímetros mío, iluminados por una única luz blanca central y redonda que nacía de quién sabe dónde, y de donde pude empezar a reconocer por sus cabelleras a viejos amigos de la infancia. De momento me encontraba yo en mi cama, mirando hacia abajo a mis amigos (en mi cuarto, pero no) en un intento de discoteca diabólica, y intentándolos llamar, gritandoles, pero deambulaban de un modo extraño. Al primer segundo de reacción me dí cuenta de lo ridícula de la situación, no podía ser real que estuviera en mi cama viendo hacia abajo a mis amigos moverse, no podía ser, tenía que despertar del sueño ridículo y de algún modo angustiante. Entreabrí los ojos, me dí cuenta que había gritado el nombre de "Dani" (por mi amiguísima Daniela que se encontraba en esa pequeña multitud) con intento de que me escuchara, pero que sería ridículo, y que mi vieja se alteraría al oírme gritar, intenté concentrarme. Pero momento, estaba temblando, estaba tiritando, tenía fiebre, y no podía ni más apenas entreabrir los ojos con muchísimo esfuerzo. La fiebre era furiosa, estaba inmóvil, me temblaba todo el cuerpo, la mandíbula. Empecé a gritar, llamándola a mi mamá, intentando ser lo menos escandalosa posible, por que somos varios en este lugar, desesperada por que no podía abrir los ojos, desesperada por que viniera a socorrerme de mi fiebre brutal. La llamé como pude, primero escuché su voz respondiéndome (juro que era ella), luego la puerta de mi cuarto se abrió y lo primero que vi fue su remerón con el que supuestamente duerme, seguía todo obscuro y yo seguía sin poder abrir correctamente los ojos, veo acercarse su sombra preguntándome si estaba bien, intento ver su cara pero la falta de luz y mis ojos entreabiertos y entrecerrados (como si una fuerza superior me llevara a cerrarlos) no me dejan verle ningún detalle de su rostro, solo pude vislumbrar que esta mujer tenía un cabello con melena (mi mamá usa el pelo muy corto), pero no estaba en condiciones de preguntarme nada al respecto. "Nena, estás bien?, que pasa?"; "mamá, no puedo ver.. no puedo ver!" mientras temblaba todo mi cuerpo de una manera violentamente espástica. La mujer se acercó muy cerca de mi cara, me tocó la frente, y yo sin poder verla la sentí, me preguntó de nuevo "no podés ver e? ahora no podés ver e?", y con sus manos me cerró decidida y fuerte pero con dulzura de madre los ojos hundiendolos, sin que yo pudiera hacer nada al respecto.

El segundo fue de una desesperación tal que luché de una manera inexplicable por abrir los ojos, de una manera tan fuerte que acabé por abrirlos de nuevo en este mundo, y ya no había mujer, ni había gritado, pero seguía en la misma pose en la que me había quedado dormida y en la que habían ocurrido todas las secuencias. La garganta la sentía como si hubiera dicho todo lo que dije, mi temperatura estaba normal pero de momento estaba muy acalorada, esas manos en mis ojos las sentí, juro que las sentí, miré el reloj 06.24am.

Me quedé completamente inmovilizada, paralizada, hasta que mi vieja entró por la misma puerta a las 07.30am, fin de la transmisión.

martes, 19 de febrero de 2008

Vértigo.

Se me agita el pecho, me falta el aire. La zona es el estómago, se retuerce, genera vacío. El miedo, los nervios, la angustia, la culpa se me presenta así. Es terrible.


(es la misma sensación de cuando me mandaba una cagada de chiquita, no sabía como arreglarla, y saber que mi vieja se pondría como una tromba asesina.)

lunes, 18 de febrero de 2008

Caja de cambio, desde punto muerto.

Igualmente siento un perfume conocido siempre, depende de la situación cambia, pero siempre alguno de esos olores vuelve.
Esta noche soñé, después de tanto tiempo de sueños en negro, soñé de esos sueños altamente reales, en los que pareciera que me hubiera transportado hasta ahí, sentía las temperaturas, las texturas, los olores, todo.. todo. Situaciones que hoy me marcan un poco, y que las viví (en los diferentes sueños que tuve durante la misma noche) como un recuerdo de algo que nunca pasó. Cuando me desperté tenía la sensación impresa en la piel de lo que me había ocurrido.
Anoche, una gran noche catártica, que sin dormir también me trajo algunas sensaciones ya conocidas, entre amigas y el concierto de Gillepsi (ansioso reencuentro después de tanto escucharlo en la rocka en horarios noctámbulos), y esa musiquita jazzera con color a otros días, y el clarísimo perfume de una época de glorias que me abrazaba, logró purgarme de toda esa mufa inexplicablemente terrible que me venía acosando desde hace meses, y que en esta semana pasada terminó por estallar. En consecuencia, luego del relajado encuentro con mis queridas y el loco de Gillepsi y Mariano Otero, los sueños.
Que bueno, venía en punto muerto (explicar que significa en mi vida el "punto muerto" es un capitulo aparte), pero antes de llegar a 4ª hay que pasar por otras modificaciones.
Mi palanca de cambio está alerta, finalizó una etapa, que no sé como denominarla, y empieza otra, que tampoco podría ponerle un nombre, pero que son claramente diferentes.

sábado, 16 de febrero de 2008

ESCRÚPULO.


Me parece que vivo
que estoy entre los ruidos
que miro las paredes,
que estas manos son mías,
pero quizás me engañe
y paredes y manos
sólo sean recuerdos
de una vida pasada.
He dicho "me parece"
yo no aseguro nada.


Dear Oliverio.

La explosión..

Era el mareo más grande que hubiera sentido jamás, era una sensación de vértigo constante, era un nudo en el estómago, era el miedo y la frialdad del metal. Lo veía enfrente suyo, sentado mirándolo con ojos perdidos, lo veía rociándole los zapatos de sangre. La habitación, obscura, fría, húmeda. Lo tenía enfrente, era su desesperanza, desangrándose. Sabía que no podía solucionarlo, que sus manos seguirían atadas, que el miedo seguiría acosándolo, que el vértigo lo tomaría por el cuello, y que el metal por fin se hundiría. Todo lo sabía, las razones, las excusas, las coartadas. Ahora solo le quedaba respirar profundo, y aspirar el perfume a parca.

viernes, 15 de febrero de 2008

Me lo explicó.

Ocurre que a veces me canso de hablar frente a la pared, gritar, escupir, y demás cosas. A veces simplemente hay que despegar, y salir de frente, poner primera y marchar, tomar la decisión seguros (aunque no lo estemos, definitivamente) y seguir el impulso que dará por resultado el despliegue de las alas, y luego planear en paz.
Sigamos el curso aparentemente correcto, descubrirse la piel.
Es un momento, y entonces acabarán por tomarnos por verdaderos.
Sólo aceptemos que el mundo se me transforma como se me canta, quiero gritar, hay tantas cosas que quiero gritar..

pero a veces hay que ser prudentes muchachos, y recurrir a las sutilezas.